¡Ay! ¡El parqué! Ese elemento tan preciado como delicado… Igual que a todo aquello que amamos, al parqué hay que mimarlo. Tenemos varias opciones para darle el mejor cuidado:

Parqués barnizados

Las escobas y aspiradoras son tus mejores aliados. Para limpiarlo, pasa una fregona de microfibras ligeramente húmeda. No necesitas añadir detergentes. Las microfibras son tan eficaces que limpian solo con agua. Para darle un toque de brillo, de vez en cuando, pasa una mopa de microfibras con productos específicos protectores para parqué.

Parqués engrasados

Haz lo mismo, pero añade jabón natural al agua de fregar.

- El jabón es ideal para la limpieza de suelos. Añade una o dos dosis en el cubo de fregar con agua tibia.

- La arcilla verde es conocida por sus propiedades absorbentes. Déjala actuar durante varias horas antes de retirar el residuo.

Contra los parásitos

Nada como el poleo menta mezclado con un poco de agua y vinagre blanco. Es la alternativa natural a los insecticidas químicos, pues ahuyenta las pulgas gracias a su olor a menta.

Por último, contra los chirridos

Después de limpiar las juntas de las láminas del parqué, espolvoréalas con talco. ¡Se acabaron esos crujidos tan molestos!

¡Y no olvides secarlo bien !

En caso de grandes derrames de líquidos, seca el parqué de manera inmediata con una bayeta de microfibras absorbente, para evitar que el líquido se filtre y reducir así el riesgo de levantamiento o manchas de humedad.